UNA GRAN NORMA
PARA UNA NACIÓN ENFERMA
Un año más celebramos el Día de la Constitución, en plena crisis económica y de valores, entre el entreguismo comodón de unos, la algarabía de los que quieren conquistar en la calle lo que no son capaces de hacerlo en las urnas, los millones de dramas de aquellos que tuvieron un trabajo, y los que con su esfuerzo, silencio y paciencia, constituyen el gran colchón para casi todas nuestras penas y la mejor garantía de futuro de esta Nación milenaria, que lo seguirá siendo pese al trabajo de zapa de aquellos que desde el ventajismo político inculcan el odio y la cizaña a la gente, con políticas caducas y provincianas de territorios que jamás fueron ni por asomo una nación.
Será imposible salir de la implacable crisis que nos azota si no es titando de valores y de esfuerzo común y solidario. Recientemente recibimos un correo de un amigo que decía lo siguiente:
….” pero así está nuestra Patria. Te preguntas qué hacer. No lo se, pero lo que si sé es que hay que mantener la fe en España, sustentar en nuestro entorno y nuestra familia el amor y el respeto a nuestros valores, a nuestra historia, a nuestra tierra común, y tratar de dar ejemplo de vida siendo honestos y ejemplares (aunque esto suene algo cursi dado lo que vemos constantemente a nuestro alrededor) y esperar que, más temprano que tarde, España recupere la cordura que parece que ha perdido.
Un fuerte abrazo
En esas palabras está parte de la solución. Aferrémonos a nuestra Constitución y aparquemos las diferencias e intereses partidistas. ¿Hasta dónde nos ha de llegar el agua para darnos cuenta que nos hundimos y solo nadando al unísono y en la misma dirección podremos salir a flote?
Circulo de Amigos de las Fuerzas Armadas
Me parecen argumentos perfectos pero, como reza el comentario "...dado lo que vemos constantemente a nuestro alrededor", se puede llegar a un punto donde, la esperanza de conseguir soluciones normales, se pierdan y radicalicen los pensamientos de los ciudadanos de nuestra Nación. Es una pena pero es la realidad. Un cordial saludo.
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