Y la Legión acompañó a su Cristo de la Buena Muerte por las calles de Madrid entre casi dos millones de jóvenes, como ellos, que desbordando alegría, trasmitiendo ilusión y esperanza y viviendo su fe siguieron al Santo Padre en el Vía crucis de las JMJ. Y lo hizo com solemnidad, con entrega, con entusiasmo, com emoción, como la Legión sabe hacer las cosas, como se puede ver en el impresionante video que sirve de ilustración a este artículo.
Fue escalofriante ver esa estación de penitencia, esa Semana Santa “chica” en Madrid, ver a la Legión acompañar a su Cristo de Mena, pero también a miembros de nuestras FAS que de forma totalmente voluntaria y generosa dieron realce y solemnidad a los actos y dejaron testimonio de su fe, porque no nos olvidemos de que independientemente de las ideas y creencias de cada uno, de la aconfesionalidad del estado y de sus instituciones, los católicos tienen derecho a exteriorizar su fe, a manifestarla con alegría y júbilo, no le hacen daño a nadie, no obligan a nadie a creer y respetan profundamente a quien no comparte sus sentimientos, es decir respetan la libertad de los demás.
La otra cara, la del odio y la violencia, no solo verbal, la pusieron esos energúmenos representantes de la intolerancia y radicalidad, del odio y del rencor, que buscaron el enfrentamiento, el insulto y la agresión sin que la delegada del gobierno en Madrid, haciendo gala de una impune incompetencia, fuera capaz de evitarlo……al final la culpa para los policías que intentaron cumplir con su obligación y hacer respetar la ley. Los cristianos lo tienen fácil, solo hay un camino EL PERDON…….y pelillos a la mar. A la Policía Nacional: aguantarse una vez más, y a nosotros solidarizarnos con ellos.
Comité Editorial
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