Día 29 de Septiembre: acto final del Homenaje a la Guardia Civil en Jaén

MISA POR LOS GUARDIAS CIVILES FALLECIDOS DESDE LA FUNDACIÓN DEL CUERPO

Sábado, 29 de Septiembre, festividad de los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. La Santa Iglesia Catedral de Jaén se viste de gala para celebrar la Santa Misa con la que concluirá la Semana de Homenaje a la Guardia Civil de Jaén.

No podía ser de otra manera. Quienes son capaces de entregarse a sus semejantes, incluso dando la propia vida como han demostrado hasta la saciedad en la egregia historia que los contempla desde 1844, no saben concluir sin acercarse a la única y verdadera Ley; a la suprema Verdad de quién “siendo Dios, se hizo hombre para elevar al hombre a la categoría de Dios”.

En el primer templo de la Diócesis, los Ilmos. Sres. Deán del Excmo. Cabildo Catedral y Vicario Judicial de la Diócesis, concelebraron la Eucaristía de Acción de Gracias en presencia de la imagen de la Santísima Virgen de los Dolores –de la que la Benemérita es solícita hija- y que vestía el manto que sus guardias civiles le regalaron en muestra del amor filial de quienes se saben amparados por tan sublime Señora. 

Autoridades civiles, militares y público antes de iniciarse la celebración de la eucaristía

La liturgia tiene que ser ante todo trascendencia y elevación del espíritu por medio de gestos perceptibles a la magnitud de lo que se lleva a cabo. En la Catedral, el sábado, con la inestimable colaboración de la capilla de música catedralicia dirigida por su titular, el M. I. Sr. D. Alfonso Medina Crespo, pudimos asistir a una Misa con la solemnidad de los grandes acontecimientos acentuada por la del propio templo en sí y en la que la celebración se eleva a la magnificencia del misterio. Y es que el acontecimiento era grande porque grande es la Guardia Civil como puso de manifiesto el Ilmo. Sr. Martínez Rojas en una homilía cargada de profundidad teológica y enorme afecto hacia el Benemérito Instituto. Sicut prima; sicut unica; sicut ultima. Hace tiempo que leí esto en un oratorio. Se refiere a la disposición con que ha de celebrar la Santa Misa el sacerdote: como si fuera la primera; como si fuera la única; como si fuera la última. Así fue el sábado, 29 de septiembre la celebración del Santo Sacrificio del Altar en honor de la Guardia Civil en el que sonó a los acordes del órgano de la catedral el himno de la Guardia Civil. 

Así lo merece la Guardia Civil.

Eduardo López Aranda                                       

Círculo de Amigos de las FAS