... el corazón de Jesús está conmigo
Recientemente hemos recibido de nuestros buenos amigos de la VIII Bandera de la Legión este artículo, publicado recientemente en la revista “Armas y cuerpos” y referenciado en el blog legionario por el periodista Miguel Temprano, que hace referencia a una de las tradiciones que enriquecen nuestra historia militar, el "¡detente bala!" Lejos de ser un distintivo de bando en la guerra civil, el “detente bala” viene de mucho más atrás como se expresa en el artículo, así haremos mención a una curiosa historia de un soldado español, que sirvió en Cuba, publicada en la red...
“... El propio jefe del pelotón se acercó a ver qué pasaba. Alguien observó que la herida del pecho no era profunda, y otro descubrió el detente bala que Nicanor llevaba colgado. "¡Milagro!", grito uno. La bala había rebotado al pegar en la medalla. Como los cubanos, aunque rebeldes a la Corona Española, eran a fin de cuentas buenos cristianos, y quizá un poco supersticiosos, todos dieron por verdadera la explicación y pronto otras bocas fueron repitiendo la misma exclamación: "¡milagro!"
Ya puede suponer el respetable que Nicanor salvó la vida. Los cubanos, en medio de su asombro, no se atrevieron a rematar a los demás fusilados, así que otros dos vivieron para contarlo. Los tres presos, una vez terminadas las hostilidades, fueron entregados a las autoridades españolas. Mientras tanto, los trataron con gran consideración y Nicanor ya no pudo ir a ningún lugar sin que lo precediera la noticia del milagro obrado por su detente bala...”
Desde este blog felicitamos a toda la VIII Bandera de la Legión por la iniciativa que recupera de la historia esta vieja tradición, y dígase de paso, en la que nuestro Círculo de Amigos de las Fuerzas Armadas ha tenido algo que ver… A continuación exponemos el mencionado artículo que no tiene desperdicio y que nos ayuda a comprender un poco mejor que en el fondo del corazón de los que consagran su vida al servicio de la Patria siempre será fácil encontrar en mayor o menor medida un lugar para la espiritualidad.
Círculo de Amigos de las Fuerzas Armadas
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Entrega del "¡Detente bala!" antes de la partida a Afganistán. Foto de Miguel Temprano |
A continuación exponemos el artículo:
La historia del ¡Detente bala!
Aunque pudiera parecer que en los tiempos actuales, los valores espirituales y tradiciones están en clara desventaja respecto a los estrictamente materiales, aun perduran algunas tradiciones que parecen negarse a desaparecer. Sin duda, en la milicia se cultiva y preserva la tradición y lo espiritual. No en vano en las actuales Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas, en su articulo 23 “Historial y tradiciones”, determina entre los principios básicos del militar el siguiente:
“Conservara y transmitirá el historial, tradiciones y símbolos de su unidad, para perpetuar su recuerdo, contribuir a fomentar el espíritu de unidad y reforzar las virtudes militares de sus componentes”.
En este sentido, haciendo eco de las palabras del recién nombrado Ministro de Defensa, Pedro Morenés, en su discurso de la Pascua Militar dice:
“… los militares están insertos en el presente y miran al futuro sin perder de vista la tradición y la herencia del pasado. Las Fuerzas Armadas han sabido conservar sus tradiciones al mismo tiempo que han buscado estar a la cabeza de los mas avanzados conceptos tecnológicos y organizativos…”
Entre uno de estos símbolos provenientes de épocas anteriores, encontramos los “Detentes bala”, pero ¿qué son realmente?, o mejor dicho, ¿qué significado espiritual poseen? Para responder a estas preguntas empezaremos por presentar su origen, para posteriormente expresar lo que hoy en día puede significar.
Origen:
Al parecer, su origen proviene de la época de Santa Margarita María Alacoque, como lo atestigua una carta dirigida por ella a la Madre Saumaise el 2 de marzo de 1686 en la que le dice:
“Él (Jesús) desea que usted mande a hacer unas placas de cobre con la imagen de su Sagrado Corazón para que todos aquellos que quisieran ofrecerle un homenaje las pongan en sus casas, y unas pequeñas para llevarlas puestas.”
Ella misma llevaba una sobre su pecho, debajo del hábito e invitaba a sus novicias a hacer lo mismo. Hizo muchas de estas imágenes y recomendaba que su uso era del agrado del Sagrado Corazón. A partir de entonces, las mujeres bordaban para sus hijos, maridos o novios estos pequeños emblemas, que tendrían el poder de detener cualquier bala destinada al cuerpo de sus seres queridos. Después, unos cuantos relatos de soldados que lograron esquivar a la muerte, de esa forma casi milagrosa en que, a veces suceden las cosas, le dieron tanto prestigio al emblema, que viajo con los militares españoles por todas las guerras que vinieron después en la Península y también en aquellas por las que perdimos nuestras ultimas posesiones en ultramar. En eso, fervientes católicos o no, muchos lo llevaban prendidos en sus guerreras, aunque los lemas y los colores que se añadieron a los emblemas variaron según se militara en este o en aquel bando. Y es que el miedo no reconoce ideologías y cualquier cosa que parezca tener algún poder para salvarnos, es bienvenida y venerada.
Militar y cristiana
Por tanto, esta tradición es militar, pero también cristiana, y aunque el estado español sea de naturaleza jurídica aconfesional, posee unas enraizadas tradiciones cristianas, que perduran aun en la sociedad (patronas y patrones de las armas, himnos, semana santa, fiestas populares, navidad, etc…). Esto, mas que un deseo de algunos, o causa de divergencia para otros, la realidad es que es un hecho, que no deberíamos obviar y que en general se debería asumir como legado de nuestra historia.
Significado
El caso es que la exclamación “¡Detente, bala!”..., ha quedado para intentar apartar de nuestra vida aquello que, sabemos, va a causarnos un efecto terrible. Deseamos que esa “bala” dirigida a nuestros sentimientos se detenga o se desvíe; que no nos toque, que no nos haga daño. Con el afán de recuperar tradiciones, algunas cofradías y asociaciones afines a las FAS, en concreto la Hermandad del Cristo del Perdón de Elche y el Circulo de amigos de las FAS de Jaén, han querido retomar esta tradición tan cristiana y como hemos visto militar, y para ello han donado recientemente los “Detentes, bala” a los legionarios de la VIII Bandera del Tercio D. Juan de Austria 3º de la Legión, que marchan para Afganistán. Por supuesto se han entregado con carácter voluntario al que lo ha solicitado. Los detentes han sido bendecidos por el pater de la unidad, el cual ha explicado a los legionarios su significado, el pater nos decía:
“Os lo ofrezco, pero sois vosotros los que lo tenéis que aceptar si tenéis fe, no es obligatorio, el que no quiera, esta en su derecho y por eso no dejara de ser un buen legionario, por favor aceptarlo si realmente sois creyentes y seguro que os ayudara en lo buenos y en los malos momentos, pero no lo cojáis como el que lleva un amuleto, esto no es una pata de conejo, cogerlo como algo espiritual entre cada uno de vosotros y Dios…”
TCOL. C. Salgado Romero
VIII Bandera “Colon”
Tercio “D. Juan de Austria” 3º de La Legión